El origen de los otros


Me dice la librera que tuvo una época en la que leía mucha literatura oriental pero que desde que descubrió a Chimamanda Adichie, lee todo lo que puede de escritoras negras con muy buen resultado. Así que aquí estoy hoy con "El origen de los otros" y una autora de las grandes (Nobel de Literatura en 1993), Toni Morrison. ¡Casi na´!

Vaya por delante que yo no había leído nada de esta escritora antes pero también adelanto ya que "Beloved" (cuyo significado en español es bien amada), está en mi lista de futuras lecturas. Palabrita.

Porque, y esto me lo comentó otro librero compañero de la primera, no sabemos hasta qué punto estamos predispuestos a pensar con estereotipos y clichés de un personaje de novela , en el justo instante en que se nos dice que es negro. Haced la prueba.

Toni Morrison, que de ser negra y lo que eso significa en una sociedad tan racista y supremacista como es la norteamericana, debe saber un rato largo, reúne en este ensayo una serie de artículos en los que trata este concepto tan absurdo como manido de la "raza". ¿Cuántas razas de seres humanos existen? ¿...? Pues solo una; la raza humana. Se acabó. El resto son invenciones que hacemos para dividirnos, para ser más que el de enfrente, mejor que el que vive tras la frontera, superior al desconocido. Árabes, chinos, negros... El planeta parece girar en torno a tres premisas claras: el hombre blanco heterosexual, el resto somos tan solo "la alteridad". Los otros. Las otras.

El libro contiene lecciones sobre literatura  y Morrison analiza bajo su inteligente y crítica mirada, obras de Foulkner, Hemingway o Flannery O´Connor en cuanto al uso que ellos y ellas hicieron de sus personajes negros. También ella se pone como ejemplo y nos disecciona a sus propios personajes de novela en cuanto a la influencia que ejerce en todos ellos el color de la piel.
Comparto alguna de las cosas que este libro me ha enseñado y empleo las comillas o cursivas cuando las frases no me pertenecen.

"El racismo es un problema cuya solución es compleja ya que pocas veces una comunidad humana cede sus privilegios. Es por ello que los abanderados de la blancura no ceden sus privilegios pese a que alguna vez en la historia hemos asistido a ello".
Como ejemplo de lo dicho Toni habla de la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. Tres fueron los motivos por los que un grupo privilegiado comparte sus ventajas con otros grupos que no lo son: la necesidad acuciante, la vergüenza y el fracaso estrepitoso del sistema que los sustenta.

¿Cómo se llega a ser racista o sexista? Dado que nadie es racista de nacimiento ni hay predisposición fetal al sexismo, se aprende a alterizar no mediante la prédica o la instrucción, sino mediante ¡el ejemplo! Tan sencillo como eso; si el ejemplo que vemos y proyectamos en quienes nos suceden es racista, sexista y machista... el resto se hará solo. (El negro artificial de O´Connor es un magnífico ejemplo de ello)

Hay también algo más; para conseguir mantener a los esclavos y la esclavitud, se empleó la fuerza bruta, claro está, (todo poder se apoya en cierto grado de violencia o su amenaza) pero hay algo más retorcido y maquiavélico en el sistema: la idealización. Idealizamos a los esclavos y los valores esclavistas porque los negros son buenos en lo suyo, en ser esclavos, lo llevan en la sangre, han nacido para ello. ¿Qué otra cosa podrían ser si no?

Sucede igual con las mujeres y la divinización de los supuestos valores femeninos; como cocina una madre, como plancha una madre, como nos comprende una madre, como se resigna una madre... Parece que la abnegación y el sufrimiento viene de serie con nosotras y hasta tiene su "puntito". Ay, ángel del hogar, ¿eres tú?

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