Los asquerosos

Es difícil no fijar la vista en la portada de este libro y yo la he ido fijando en varias de las librerías que visito. No conocía a Santiago Lorenzo hasta una mañana en la que escuché una entrevista suya en la radio. Había dejado, para tal menester, su aislamiento voluntario en una aldea de Segovia y andaba enfrascado en la ardua tarea de promocionar un libro tan divertido como reflexivo acerca de la sociedad en la que vivimos.
Además de una portada llamativa el título actúa como un imán: Los asquerosos. Las preguntas son inmediatas: ¿de qué va esto? y ¿quiénes son los asquerosos a los que se refiere?

Manuel es un tipo gris, sin nada destacable, hijo único de un matrimonio de clase media-baja que se ha criado solo mientras sus progenitores trabajaban para darle de comer y mantenerse bajo el techo de un humilde pisito de barrio. Manuel es, en todos las acepciones de la palabra, un tío invisible.
Su infancia, con la llave de la casa colgada al cuello, su adolescencia, sin amigos ni grupo de iguales entre los que sentirse integrado y su entrada en la vida adulta, con trabajos precarios, temporales y sin un salario digno, conforman la línea vital de este hombre que, para poder independizarse de casa de sus padres ya pasados los treinta, tiene que alquilar una minúscula habitación con baño en un edificio de la calle Montera de Madrid. Es ahí, en el portal de este edificio repleto de seres solitarios e invisibles como él, donde ocurre el punto de giro de esta historia. Un policía antidisturbios lo confunde con un manifestante y la toma a patadas y puñetazos con el pobre Manuel, quien, en un acto de propia defensa, le clava en el cuello un destornillador que siempre lleva en el bolsillo de su pantalón a modo de talismán (Sí. Manuel es además, un tipo raro).
A partir de este hecho y sin saber si el policía ha muerto o no, el protagonista emprende una huida loca y disparatada, con ayuda de la única persona que tiene en el mundo y que, además, es el narrador de la novela; un tío político (divorciado de la hermana de su madre) al que le une una profunda y sincera relación de fraternidad y entendimiento mutuo.
Así es como, para resguardarse del mundo y no ser visto ni delatado por nadie, Manuel llega a Zarzahuriel (nombre ficticio, por motivos de seguridad, de una aldea abandonada) para okupar una casa que quedó vacía hacía ya décadas.
Con inteligencia y una habilidad pasmosas, Manuel y su tío, desde Madrid, organizan el escondite con lo que el campo ofrece y una pírrica compra mensual del Lidl que le llega con el reparto a domicilio. Un auténtico manual de supervivencia para quienes nos sabemos vivir sin un puñetero enchufe a más de cinco metros y que, ante la ausencia de Wi-Fi, sufrimos taquicardias.

Hasta aquí la respuesta a ¿de qué va esto? y ahora ¿quiénes son los asquerosos? Pues bien, los asquerosos son los domingueros que le invaden a Manuel la casa de al lado, los que asaltan y pervierten la quietud y el silencio de Zarzahuriel de viernes a domingo con sus gritos, sus ruidos, sus risas, sus niños y niñas, sus adolescentes, sus barbacoas, sus obras domésticas y hasta sus polvos de rigor la noche de los sábados. Estos son los asquerosos, los que no saben vivir sin molestar al resto. Los que dicen "disfrutar" del campo sin tan siquiera saber qué árboles tienen plantados en el jardín. Los asquerosos, los "mochufas" como Manuel los bautiza (y yo adopto desde ya el término), son también los compañeros de trabajo que se ríen de ti cuando saben que te van a despedir y te cantan a coro en el día de tu cumpleaños "Porque es un muchacho excedente, porque es un muchacho excedente".
Los asquerosos son los vecinos que te niegan el saludo y te miran como si te perdonaran la vida, aquellos que van a "lo suyo" sin importarles si afecta en algo a lo de "los otros".
En fin, los asquerosos podemos ser tú y yo porque, como dice Santiago Lorenzo en la voz de su narrador, sospechosamente parecido a él: "Todos somos candidatos a asquerosos".

Prepárate a reír, a pensar y analizar qué estamos haciendo con nuestras urbanitas vidas, a aprender un montón de palabras, de expresiones y sinónimos unidos a un estilo único, a saber cómo sobrevivir en el campo con lo puesto aunque destrocen tu paz interior un atajo de gilipollas.
Que te lo leas, vamos. Y ya me contarás qué te ha parecido.

En la web de rtve. es, en la sección "A la carta", podrás ver el programa "Página Dos" en la que su autor habla de su Manuel y "Los asquerosos".


Comentarios

  1. Buenísima también la entrevista que le hicieron en Carne Cruda. Muy recomendable.

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    1. Tengo pendiente escucharla. El libro, desde luego, es estupendo y muy necesario.

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  2. Me pareció muy original la forma de pla tear en cada capítulo algo que.no te haga la novela tediosa. No me gustó el primer párrafo cuando me lo dejaste pero confié en tu criterio y acerté. Como te dije voy a por El millonario

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  3. Estupendo! y como yo te dije a ti, en la lista de espera tengo ya "Las ganas". Escribiré algo cuando consiga leerlo, solo la sinopsis me tiene intrigada.

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  4. Manuel me recuerda a mi pero en manitas. Y si, yo también soy un poco asqueroso. Magnífico libro. Este me lo he leído, para variar.

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