Nueve cuentos malvados

Comparto esta imagen en el grupo de WhatsApp que tenemos en el taller de Valencina para anticiparles mis últimas lecturas a la vez que futuras entradas del blog, y me pregunta Jesús el porqué del "fabuloso jacuzzi" (lo de fabuloso es cosa mía) que se ve de fondo.

Pues bien, querido Jesús, aunque con algo de retraso, aquí va la explicación a tamaño decorado.

Estos nueve cuentos escritos por Margaret Atwood están divididos en dos partes; en la primera encontramos tres cuentos cuyos protagonistas e historias se mezclan unas en otras de manera que los secundarios en una narración, son los protagonistas en las otras. De esta forma conocemos los diferentes puntos de vista que existen a la hora de contar los hechos. Unos hechos que siempre se comparten entre varias personas y, por lo tanto, componen relatos diferentes.

En los seis cuentos restantes, asistimos a hechos independientes a cual más sorprendente. Porque Margaret Atwood llena este libro de personajes de edad avanzaca, de ancianos. Hombres y mujeres, que viven la vida apurándola al máximo. Son personas que, en el final de sus días, siguen activas, curiosas, divertidas, seductoras y..., de ahí el título, siendo malvadas.

En estas historias hay enamoramientos, pasiones, engaños, infidelidades, desgracias y, lo ya dicho; maldad ¿Por qué no elegir este jacuzzi para resumir su esencia? Las burbujas, que no dejan de brotar hasta el final de las vidas de este rosario de personajes, puede ser una buena metáfora de lo que en este libro vas a encontrar. Un jacuzzi es hedonismo, lujo y sofisticación y estas tres palabras le van a la literatura de Atwood como, y perdonadme el sitio común, anillo al dedo.

Por esto, Jesús, de todos los lugares en los que podía haber fotografiado la portada del libro para presentarlo en este blog, elegí este... Bueno, por eso y porque no tengo un jacuzzi a mano el resto de días del año. Que todo hay que decirlo. 😉

"Hay otra vida, pero es más cara"
Groucho Marx.


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