Golpéate el corazón

Amélie Nothomb no escribe novelas sino cuentos y ese "detalle", desconocido para mí hasta que he leído este, ha hecho que siempre que me acercaba a ella esperando una cosa, acabara encontrándome otra. Ahora soy capaz de entenderla y disfrutarla más de lo que la disfruté en el pasado leyendo títulos como "Barba Azul" o "Antichrista". Todo en la vida es un proceso, leer a Nothomb también.

Con este invento —nada moderno, lo sé— de los blogs literarios, las reseñas de lecturas que se hacen vía Twitter e Instagram, tanto de editoriales como de lectores y lectoras más o menos profesionales o más o menos aficionadas (ejem), es muy fácil dejarse influenciar por una opinión ajena antes de haber experimentado, de manera única e intransferible, la maravillosa experiencia de la lectura en primera persona. Por eso adopto el itinerario contrario; primero leo (sin negar que estoy al tanto de multitud de novedades y sinopsis que a veces predisponen) y después, aunque tampoco siempre,  miro qué se ha escrito o dicho sobre tal o cual libro.

Por eso, al terminar el último cuento publicado de Nothomb en España (creo, no estoy segura, el número 25 de la autora que ya tiene dos libros más publicados después de este que están aún sin traducir), tras haberme dejado seducir por su lenguaje claro, diáfano, sencillo y breve para narrar una historia que ni es clara ni es diáfana ni es sencilla, y mucho menos breve (el libro solo tiene 150 páginas), siento en su final que necesito golpearme el corazón para volver a la realidad tras el "Érase una vez...", para salir del laberinto de pasiones, decepciones, maldad y sorpresas que este cuento para adultos contiene entre las páginas.

No comparto algunos comentarios que he visto sobre esta historia que critican que una madre nunca podría actuar así con una hija, ¿en serío alguien cree que las madres somos el arquetipo de la perfección? ¿En qué mundo viven algunas personas? Hay mucho desconocimiento y misticismo en las relaciones entre madres e hijas, y aunque solo sea un cuento, me gusta que Amélie esta vez ponga el dedo en esa llaga y la remueva.

Esta es una  historia de mujeres, de madres e hijas, de celos, envidias y rivalidades. También hay amor, compasión y sororidad (el equivalente a la fraternidad masculina). Marie, Diane, Célia y Olivia son personajes de cuento, pero albergan  cualidades humanas que, al tratarse precisamente de un cuento, constituyen la esencia misma de todas ellas. Amélie Nothomb cuenta historias de maldad —su especialidad—, son los personajes malvados los que le interesan, los que disecciona y los que pone a actuar frente a los ojos de quienes la leemos. Frente a la fuerza poderosa del mal, ya lo sabemos en los talleres, hay que contraponer otra fuerza; llámala bondad, psicología, razonamiento... Como sea, pero ahí están, en una lucha encarnizada que te mantiene pegada al libro hasta haber acabado con él. Si antes él no acaba contigo.

"Golpéate el corazón, ahí es donde reside el genio", es un verso de un poema de Alfred de Musset que a Diane (su protagonista) le gusta y la ayuda a tomar una decisión. Leer a Nothomb es siempre recibir un golpe y como ella misma declaró en alguna entrevista: "Un libro es un detonador que sirve para hacer reaccionar a la gente". Reaccionemos pues, leyéndola.

Comentarios

  1. Interesante reseña, María. Me ha llamado la atención que lo llames cuento, teniendo esa extensión. Seguramente te pediré que me lo prestes.

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    1. Te lo presto cuando quieras. Todos los libros de Nothomb son de extensión parecida.

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  2. Estupenda reseña, como siempre. Sobre las no tan idílicas relaciones madres/hijas tengo muchos ejemplos cercanos, aunque no es mi caso. La Nothomb no me gustó demasiado en su momento pero quizá haya que darle otra oportunidad.

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