El final del affaire

En casa este ha sido el libro del verano. La elección fue de César, autor de la foto y dueño de la mano que se ve a la izquierda, quien, después de leerlo, ha estado insistiendo para que yo también lo hiciera y así poder poner en común nuestros puntos de vista sobre la historia.
El resultado tras mi lectura ha provocado división de opiniones; mientras que para él la novela tiene un giro asombroso que lo ha tenido enganchado hasta el final, para mí, aun con giro, ha terminado por descolocarme un poquito con su argumento.Y aunque la primera parte consiguió mantenerme intrigada, es la segunda mitad la que me ha costado... a ver cómo lo digo; digerir. Quiero señalar que solo me refiero a la historia que el libro cuenta o, más en concreto, a las motivaciones de sus personajes (que por otro lado, y en esto César lleva razón, hay que poner en su contexto histórico, primera mitad del siglo XX), en absoluto me ha decepcionado la manera en que está contada porque eso es otra historia.
Vayamos por partes sin destrozarla ya que la forma en que está escrita es un buen ejemplo de dominio narrativo. Agradecer que el editor (Libros del Asteroide) no haya incluido un prólogo sino un epílogo, salvaguardando así las sorpresas que la novela contiene. Sus cambios temporales (trama) y su punto de vista (narrador) son dos de los puntales que Greene asienta con solidez de maestro. Y aunque su tema y su argumento no me hayan entusiasmado, el esqueleto sobre el que el autor los sostiene me parece una auténtica clase magistral que, como escritores y escritoras, no deberíamos dejar correr.

Londres,1939. Segunda Guerra Mundial. El escritor Maurice Bendrix conoce a Sarah Miles, la mujer de un alto funcionario del gobierno inglés y comienza entre ellos un affaire a espaldas del marido de ella, los verdaderos sentimientos de él, incapaz de verbalizarlos, y la mismísima guerra como telón de fondo. El libro da comienzo cuando la relación entre ellos hace años que terminó pero por una casualidad, sus caminos vuelven a cruzarse. Es desde ese punto exacto desde donde el narrador empieza a contar lo sucedido, en uno de los comienzos de novela más sugerentes que he leído en mucho:

"Una historia no tiene ni principio ni fin: uno elige arbitrariamente un momento de la experiencia desde el cual mirar hacia delante o hacia atrás. (...) Según las reglas de mi oficio, lo apropiado, y lo correcto, es empezar justo ahí."

Entre lo que pasó, lo que está pasando y lo que pasará, Greene dispone una trama asombrosa sobre cómo contar una historia manteniendo el interés de los lectores a base de giros, suspense y sorpresas. También, mostrando los diferentes puntos de vista que una historia de dos, de tres en este caso, contiene. Tengo que admitir que su trama es de una precisión digna de un reloj suizo. El protagonista que es a la vez el narrador, y supuso el debut de Graham Greene en el uso de la primera persona, es un escritor que al ordenar los hechos tira de recuerdos y los muestra mediante múltiples saltos temporales, mostrando ahora esto y ahora aquello para que vayamos conociendo lo ocurrido poco a poco sin perder la tensión ni el interés.

Una historia de pasión y deseo pero también, de celos, sufrimiento, egoísmo y un factor más que voy a no mencionar aquí para que no se me acuse (jeje) de "destripadora" pero que conforma la espina vertebral del relato ¿Forman estos elementos parte del amor o quizá tengan mucho más que ver con el odio? La impactante cita de León Bloy que abre la novela ya nos avisa:

"En el corazón del hombre hay lugares que aún no existen, y para que puedan existir entra en ellos el dolor."

Y ahora, cierra los ojos.

Comentarios

  1. Tiene buena pinta por lo que dices. Yo estoy ahora con Las Hijas del capital de Maria Dueñas y me tiene enganchada.
    El próximo será éste.

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