Mujeres: Dorothy Parker y Patricia Highsmith
Taller de escritura
Esta vez ... Con perspectiva de género
Tras el largo descanso veraniego toca volver a la vida civil. Escribir no es algo de lo que una se tome vacaciones, hablo de mí, porque no es un trabajo del que necesite desconectar —al menos no de manera tan prolongada—, sin embargo me consta que mucha gente de mis talleres pierde la rutina de traspasar sus historias al papel durante los meses de julio y agosto y, como no se sienten achuchados por los plazos, es muy común bajar el ritmo.
Tras el largo descanso veraniego toca volver a la vida civil. Escribir no es algo de lo que una se tome vacaciones, hablo de mí, porque no es un trabajo del que necesite desconectar —al menos no de manera tan prolongada—, sin embargo me consta que mucha gente de mis talleres pierde la rutina de traspasar sus historias al papel durante los meses de julio y agosto y, como no se sienten achuchados por los plazos, es muy común bajar el ritmo.
Una de las cosas bonitas de mis septiembres es recibir llamadas, correos electrónicos o whasapps preguntándome por cuándo y dónde comenzarán de nuevo las "clases". Con algunos grupos tengo el placer de reunirme el año escolar completo pero con otros solo estoy unos meses o semanas. Esta propuesta para desempolvar bolis y estrenar libretas va para quienes tienen que esperarme un poquito más allá de octubre. Así volvemos a poner en marcha la maquinaria compleja que comprende la escritura de ficción y que implica, como cantaban Los Panchos, "Alma, corazón y vida".
Vacaciones y escritura |
El ejercicio empieza con varias lecturas —podemos no escribir en verano pero no podemos no leer— y después el turno es vuestro; de todos y todas las talleristas presentes, pasadas o futuras. Hasta quienes pasan por este blog de visita y nunca han participado en un taller están invitadisimos a probar. Si la propuesta os sugiere algo, lo que sea, probad a escribirlo y a ver qué tal.
Propuesta para leer: "Colgando de un hilo" de Dorothy Parker.
Una autora que os recomiendo, tratando como vamos a tratar en esta entrada los roles y estereotipos femeninos, es Dorothy Parker. Perdió joven a toda su familia y empezó a ganarse la vida escribiendo para revistas como Vogue o Vanity Fair, convirtiéndose en una prolífica periodista, cuentista, poeta, dramaturga y hasta humorista. Se casó varias veces y vivió romances escandalosos mientras bebía, bebía y bebía. Fue todo un personaje del que destaca su agudeza para reflejar la sociedad en la que vivía.
Los relatos de Dorothy (16 contiene el libro que os menciono arriba) tienen como denominador común la denuncia del limitado papel de la mujer en la sociedad americana de los años veinte y treinta. Sin embargo, ella no refleja en sus historias a heroínas que rompen moldes. Todo lo contrario. Parker pone el espejo de su pluma frente a la realidad íntima de hombres y mujeres (de la pareja al fin y al cabo) escribiendo historias sin belleza, sin ideales, con franqueza y de manera a veces muy dura. No hay que pasar por alto el hecho de que, salvando los cortafuegos de la censura de McCarthy y sus listas negras, escribió sobre el aborto, propio y ajeno, en varios de sus escritos, tema que aún hoy en nuestros días sigue siendo el gran tabú.
Aconsejable la lectura de “La llamada telefónica” (está en Internet), donde un mujer espera, con toda la gama de sentimientos angustiosos posibles, la llamada de un hombre. Lo brillante de este cuento no es "la imitación realista de la lógica femenina, sino el punteo exhaustivo de todos los mandatos con los que esta protagonista cumple a lo largo de la narración". La confianza en un destino, el hombre que no llora, el rencor, la revancha preparada, la justificación de los actos del "otro" y la vuelta a los roles prefijados.
El cuento nos hace preguntarnos; ¿Es casual que todas (mayoritariamente mujeres) hayamos sufrido ante el teléfono alguna vez? ¿O estamos predestinadas por una historia común y los genes?
En “Una rubia imponente”, relato ganador del premio O. Henry, Dorothy expone la vida destrozada de una mujer rubia e imponente (nótese la ironía) que lo tiene "todo para triunfar" y acaba siendo una víctima adicta al alcohol.
“Las mujeres de Dorothy van directas al dolor en un camino que ellas mismas adornan con flores y cimientan con piedras. No tienen final feliz porque no son capaces de escapar a los roles para los que han sido educadas”.
Aconsejable la lectura de “La llamada telefónica” (está en Internet), donde un mujer espera, con toda la gama de sentimientos angustiosos posibles, la llamada de un hombre. Lo brillante de este cuento no es "la imitación realista de la lógica femenina, sino el punteo exhaustivo de todos los mandatos con los que esta protagonista cumple a lo largo de la narración". La confianza en un destino, el hombre que no llora, el rencor, la revancha preparada, la justificación de los actos del "otro" y la vuelta a los roles prefijados.
El cuento nos hace preguntarnos; ¿Es casual que todas (mayoritariamente mujeres) hayamos sufrido ante el teléfono alguna vez? ¿O estamos predestinadas por una historia común y los genes?
En “Una rubia imponente”, relato ganador del premio O. Henry, Dorothy expone la vida destrozada de una mujer rubia e imponente (nótese la ironía) que lo tiene "todo para triunfar" y acaba siendo una víctima adicta al alcohol.
“Las mujeres de Dorothy van directas al dolor en un camino que ellas mismas adornan con flores y cimientan con piedras. No tienen final feliz porque no son capaces de escapar a los roles para los que han sido educadas”.
Dorothy Parker, 1893 (Nueva Jersey) - 1967 (Nueva York) |
Otra propuesta para leer: «Pequeños cuentos misóginos» de Patricia Highsmith
Para seguir leyendo a Patricia Highsmith, que supo captar como pocas la psique de los personajes a través de sus defectos, motivos, fallos e incluso delitos, os dejo un par de recomendaciones que os van a sonar mucho: Extraños en un tren (Cuyo argumento fue inmortalizado para el cine por Alfred Hichcock) y El diario de Edith (Una mujer, ama de casa, madre y esposa, empieza a escribir un diario para escapar de su rutina).
Si quieres aprender a dimensionar personajes complejos y a manejar el suspense en tus historias, Patricia es tu escritora.
Si quieres aprender a dimensionar personajes complejos y a manejar el suspense en tus historias, Patricia es tu escritora.
Patricia Highsmith, 1921 (EEUU) -1995 (Suiza) |
Propuesta para escribir y deconstruir*
*La idea de deconstrucción se emplea en el terreno de la filosofía y de la teoría literaria con referencia al acto y el resultado de deconstruir. Este verbo, que procede del vocablo francés déconstruire, alude a desmontar, a través de un análisis intelectual, una cierta estructura conceptual. El concepto de los roles femeninos y los estereotipos que de ellos tenemos necesita deconstruirse, desmontarse mediante un análisis del mismo para volver a rehacerse y construirse desligado del aspecto subordinado y negativo que todo "lo femenino" arrastra en una sociedad androcéntrica (con el hombre en el centro y medida de todo) y patriarcal.
Escribe tu relato siguiendo las siguientes pautas:
B. Como hacen Highsmith y Parker, pon el foco y la atención en esos papeles tradicionales y rancios que las mujeres desempeñamos según los dictados sociales. Puedes utilizar también la caricatura, el sarcasmo o la ironía para tu historia. Vamos a romper el saco de los estereotipos y las paredes de "lo tradicional" para tener así más espacio libre sobre el que poder construir nuevas historias de mujeres, libres de corsés y ataduras. |
¿Acabamos con una canción?
Tristeza, sueños, dudas, miedos, deseos
Como siempre, gracias por tus sugerentes reseñas y todo lo demás.
ResponderEliminarInteresante trabajo para hacer. La canción tiene una letra adecuada a la mujer. Bonita melodia. Gracias,María.
ResponderEliminarEncantada de que os guste. A mí me gustará leer los relatos que os inspire.
ResponderEliminarMuchas gracias María por todo tu trabajo y el cariño que le pones. La canción preciosa, para meditarla. Besos
ResponderEliminarAdoro a Dorothy P y Patricia H, aunque yo soy más de misoandria que de misoginia. Voy a releer a Dorothy P para el relato de esta semana, aunque tengo varios relatos en mente que son más de Patricia H. Es lo que tiene vivir con Rosa, todo se pega. Besos.
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